Si la religiosidad fuera
una característica programada en el ADN, como el lenguaje o el entendimiento, todo
el mundo sería religioso. El hecho de que los ateos, los agnósticos y los impíos
abundan y están en alza es clara señal de la inexistencia de genes específicos para
mandamientos, paraísos, dioses o ceremonias sagradas. La siguiente pregunta surge
sola: Si la religiosidad no es genética, si no existen genes para lo
espiritual, lo paranormal y lo oculto, ¿por qué tienen entonces en el mundo
moderno tanta aceptación y tantos adherentes todas las expresiones de la fe, la
parapsicología y la superstición? La respuesta se encuentra en los memes.
Los memes, un término
acuñado por el biólogo Richard Dawkins, son las ideas, las costumbres y los
comportamientos que se propagan espontáneamente entre los individuos de una
cultura. ‘Meme’ proviene del vocablo griego ‘mimeme’ que significa ‘imitación’
y que el doctor Dawkins acortó para que rimara con ‘gene’ (‘gen’ en inglés).
La práctica de la
religión, al igual que todas las conductas que le son afines, así no sean sagradas,
es la resultante de factores moldeados por fuerzas ambientales. Las religiones
son fenómenos de la cultura, no de la natura; son ‘meméticas’, no genéticas.
Durante los milenios que
antecedieron al invento de la escritura, los componentes de la religión -dogma,
moral y ritos- resultaron de tradiciones improvisadas por nuestros antepasados.
Al igual que todas las adaptaciones sociales, estas tradiciones evolucionaron
hacia las costumbres que, al reforzar el sentido de pertenencia y el
aglutinamiento grupal, favorecieron la supervivencia de la tribu. Por esta
razón, los tres componentes están presentes en todas las civilizaciones, aún en
aquellas que son profanas.
Los creyentes sienten
que su religión es parte integral de ellos. El novelista ruso Fiódor
Dostoievski, por boca de uno de ‘Los hermanos Karamasov’, lo expresa con hermosa
profundidad: “En la cabeza, hay nervios que tienen fibras, y cuando estas fibras
vibran se forma una figura y aparece en la imaginación un objeto, una escena.
Así ocurre la percepción, que se materializa porque tenemos fibras, y no porque
tengamos alma y estemos hechos a imagen y semejanza de Dios… Ayer mismo me
habló de esto Mikhail. Y desde entonces me tortura la idea. ¡La ciencia es
magnífica! El hombre progresa; esto es natural… Sin embargo, ¡cómo me hace de
falta Dios!”
Las preguntas sobre los
misterios de la vida y de la muerte debieron ser la causa de las primeras creencias
prehistóricas. “Nada nos atemoriza más que las cosas que no entendemos”,
sostiene el escritor Mike Rich en el guión de ‘Descubriendo a Forrester’, la
excelente película. Y agrega: “Cuando no entendemos alguna cosa, acudimos
siempre a las suposiciones”.
Aún con los desarrollos impresionantes
de la ciencia, las preguntas trascendentales del ser humano -la consciencia, la
experiencia subjetiva, la facultad de la razón, las emociones y los
sentimientos- todavía no tienen respuestas satisfactorias del análisis o la
síntesis. Los seres invisibles y los poderes desconocidos continuarán llenando
ese vacío; tales entidades nos resuelven todos los enigmas, sin importar la insensatez
de las suposiciones. Por su infinito y atribuido poder, los dioses supremos
siempre han fascinado al ‘Homo sapiens’ y le han tranquilizado sus angustias desde
aquellas remotísimas épocas cuando se hizo las primeras preguntas. Y esto seguirá
así por muchas décadas… Por más que se fastidien los ateos.
Gustavo Estrada
Autor de ‘Inner Harmonythrough Mindfulness Meditation”gustrada1@gmail.com
3 comments:
The Power of the Myth (Josepfh Campbell) Campbell's view of mythology was by no means static and his books describe in detail how mythologies evolved through time, reflecting the realities in which each society had to adjut...
por que no pensar que los ateos son la exseccion de la regla?
No son los fantamas de los creyentes lo que fastidian, sino sus actos.
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